Adicción al sexo por Internet: síntomas, causas y régimen

Las novedosas tecnologías fueron cambiando por completo nuestra forma de vivir. No únicamente cambió la forma en la que nos comunicábamos, sino más bien asimismo la manera en que nos divertimos de nuestro ocio y, también, han surgido nuevos géneros de inconvenientes.

La adicción al sexo por Internet es una perturbación sicológica que, aunque no recogida todavía por los primordiales manuales diagnósticos, está surgiendo como un auténtico problema médico mental que necesita intervención. Descubramos de qué se habla.

Índice
  1. ¿Qué es la adicción al sexo por Internet?
  2. Síntomas de la adicción al sexo por Internet
  3. ¿Está incorporada en los manuales diagnósticos?
  4. ¿Hay perfil de riesgo?
  5. ¿Es viable tratar esta adicción?

¿Qué es la adicción al sexo por Internet?

Tenemos la posibilidad de definir como adicción al sexo por Internet al inconveniente que sufre alguien que es incapaz de supervisar las ganas de consumir material relacionado con el sexo en la red. Consiste en conocer con cierta frecuencia páginas pornográficas, comunicar imágenes íntimas con desconocidos a través de chats y videollamadas o disfrutar de forma exagerada de cualquier tipo de contenido erótico a través de las redes sociales y principales interfaces de Internet.

En función del género de conducta predominante tenemos la posibilidad de hablar de dos géneros de adicción al sexo por Internet. Por un lado contamos el cibersexo, consistente en intercambiar mensajes con contenido elevado sexual con otras personas, y por el otro contamos el consumo de pornografía en internet, o sea, el visionado de vídeos porno entre otras conductas. Las dos costumbres de adicción tienen la posibilidad de sobreponerse, pero de lo que hay duda es que se trata de formas de proceder adictivas por el hecho de que, exactamente la misma pasa con las adicciones a drogas, se puede producir tanto el efecto de tolerancia como el de dependencia.

¿Qué es la adicción al sexo en general como problema psicológico?

La adicción al sexo por Internet no ya no es una variante de la adicción al sexo. En su sentido mucho más general, y tambiénste género de adicción que también es conocida como hipersexualidad se considera una adicción comportamental. O sea, aquí la conducta inconveniente no supone el consumo de una sustancia, sino más bien la realización de la conducta misma, siendo en este caso todo accionar en el que se realice sexo, así sea con otras personas como en solitario.

Uno de los inconvenientes primordiales y más interesantes de la hipersexualidad es que, a largo plazo, el placer durante las relaciones sexuales se marcha reduceindo como consecuencia de realizarse tolerancia. Como el individuo efectúa formas de proceder sexuales con mucha continuidad, con el pasar de los años las relaciones sexuales pierden intensidad, lo que le obliga a realizarlas con todavía más frecuencia, incrementando la conducta. Como el sexo es algo tan frecuente en su historia, en el instante en que no lo realiza comienza a sentir malestar (síndrome de abstinencia) lo cual es un signo de que tiene dependencia.

Todo lo mencionado revela que se está ante una adicción. La persona adicta al sexo, tanto con como sin Internet, es tan adicta a su conducta inconveniente como lo es un cliente de tabaco al cigarro o una persona con alcoholismo al alcohol. En la situacion del tabaco la persona que lo consume tiene que ir fumando más cigarrillos al día para sentirse bien y, en caso de que no fume comienza a sentir malestar, igual que sucede con la adicción al sexo por Internet que si no consume pornografía o tiene un orgasmo cada cierto tiempo empieza a sentirse mal, irritado y inquieto.

Adicción al sexo en la web

Síntomas de la adicción al sexo por Internet

Entre los síntomas principales de la adicción al sexo por Internet disponemos:

  • Empleo excesivo de Internet para acceder a páginas pornográficas.
  • Empleo de Internet para contactar con otra gente y llevar a cabo el sexo.
  • Abandono de otras actividades agradables por culpa de la adicción.
  • Problemas económicos socios a gastos derivados de la adicción
  • Tensión y malestar cuando no se está consumiendo material erótico.
  • Problemas con la pareja, amistades y familiares socios al abuso de las redes para conseguir placer.
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Añadido a todo ello, en la adicción al sexo por Internet vemos que se puede ofrecer un efecto de escalada, de manera directa relacionado con la tolerancia. Lo que pasa en varios de los pacientes con este inconveniente es que el dependiente busca refuerzos poco a poco más intensos.

En otras expresiones, conforme va continuando en su adicción lo que antes le servía para conseguir exitación a la larga se regresa aburrido y poco incitante, necesitando novedades y más profundas para excitarse, si bien ello suponga pagar por ver vídeos porno o consumir material no legítimo ni legal.

Por servirnos de un ejemplo, puede darse el caso de que tengamos alguien en un principio solo veía vídeos con determinado significado sexual, pero sin desnudos (p. ej., en Youtube). Luego, fue escalando introduciéndose en páginas porno y observando sus contenidos gratuitos pero, con el paso del tiempo, aquello ya no le llamaba conque se realizó una cuenta premium para ver vídeos exclusivos, más largos y con mejor actuación. Tras unos meses empieza a perder interés y escoge hacerse un perfil de OnlyFans para consumir vídeos con fetiches muy específicos, aparte de la posibilidad de pagar para que le hagan un vídeo personalizado.

Sea cuál sea el trayecto que haya llevado a la persona a terminar adicta al sexo por Internet, de lo que no debe caber duda es que piensa perder un buen tiempo por semana y también el peligro de perder ocasiones y dinero para pagarse según qué deseos. Un dependiente al cibersexo puede consumir mucho más de once horas semanales observando material erótico, restándoselo a aspectos improtantes de su historia como la familia, los amigos, el trabajo, los estudios y la pareja.

¿Está incorporada en los manuales diagnósticos?

Aunque Internet ya no nos parezca algo nuevo cabe decir que todavía es un fenómeno bastante nuevo y sus efectos sobre la salud todavía son objeto de estudio. A día de hoy todavía se enfrentamiento sobre qué problemas asociados a un mal empleo de las comunidades pueden considerarse como reales trastornos. Las novedosas adicciones o adicciones tecnológicas no están reconocidas como trastornos en ninguno de los primordiales manuales psiquiátricos, pero se espera que a medida que se vaya recogiendo mucho más información sean introducidas en el DSM y la CIE.

Es un hecho que la adicción al sexo por Internet está muy popularizada y que puede suponer serios problemas para la salud del afectado y su ambiente social. Una prueba de cómo podríamos estar hablando de un inconveniente de proporciones esenciales en la sociedad es visto que si consultamos las estadísticas proporcionadas por nuestro Google plus las páginas porno están entre las webs más buscadas.

Como hemos comentado en la introducción, la adicción al sexo por Internet se manifiesta en 2 costumbres principales: adicción al porno y el cibersexo. Más allá de que las dos se pueden solapar, la adicción al porno radica en buscar material audiovisual con contenido erótico al paso que el cibersexo implica interaccionar con otra gente para obtener palcer sexual, pudiéndose o no realizar la masturbación.

El cibersexo no es nada nuevo. Apareció con las primeras páginas virtuales de contactos y, asimismo, con los primeros programas para llevar a cabo videollamadas como Messenger. Ahora, con el apogeo de las redes sociales y la mejora de los sistemas de videollamada el fenómeno se ha extendido todavía más, estando también la búsqueda de contactos casuales por redes como Omegle.

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La adicción al porno no implica solamente consultar páginas pornográficas. Hay infinidad de concretes en redes sociales de fácil ingreso a menores de 12 años en donde se cuelga contenido pornográfico o, por lo menos, subido de todo. En comunidades como Tumblr, Twitter, Instagram e inclusive Fb logramos hallar muy de forma fácil concretes sexuales, con algún tipo de censura aunque en muchas ocasiones su material es de manera fácil accesible.

El sexting (del inglés “sex” y “texting”, “textear”) o dirty talk virtual se encuentra dentro de los géneros de cibersexo más reciente pero que creció merced a los servicios de mensajería instantánea tipo Whatsapp, Telegram o cualquier otro chat. Consiste en canjear mensajes con connotaciones sexuales. No solamente se intercambian palabras, sino asimismo se tienen la posibilidad de comunicar fotografías íntimas, práctica bastante arriesgada si se hace con alguien que no se conoce o que no se tiene la confianza suficiente como para entender si no compartirá las imágenes que ha recibido con terceros.

¿Hay perfil de riesgo?

Hay un perfil de peligro para caer en una adicción al sexo por internet. El perfil del dependiente a la pornografía suele ser hombre, de edades entre 20 y 40 años, con problemas de autoestima, muy introvertido y con bajas habilidades sociales. Estos aspectos juntos se piensan factores de peligro para caer en un abuso de material erótico virtual. Se cree que entre el 20 y 25% de la población podría tener este perfil de riesgo, puesto que ese es el porcentaje de población que consume porno más allá de lo ocasional. Si incrementa su empleo o no lo usa de forma responsable podría degenerar en una adicción.

Igualmente, los especialistas en adicción al sexo en internet estiman que esta problemática se hallaría entre el 1 y 2% de la población. Serían estas personas las que muestran un inconveniente clínico serio, consumiendo pornografía en línea a lo largo de más de once horas por semana, afectando de manera negativa a su historia personal, laboral y social aparte de correrse el riesgo también de irse a dormir después de lo conveniente para poder ver vídeos porno, restándole horas de sueño.

¿Es viable tratar esta adicción?

Como cualquier otra adicción, en la situacion de la del sexo por Internet se trata de la misma manera que las adicciones con sustancias. La terapia para dejar el cibersexo acostumbra fundamentarse en conocer qué componentes precipitan al dependiente a realizar la conducta (p. ej., estrés, depresión, aburrimiento…) manteniéndole enganchado a este hábito y poder enseñarle nuevas herramientas con las que substituir su accionar por otro más sano y funcional.

Varios de los pilares de la psicoterapia aplicada a la adicción al sexo por Internet son los siguientes:

  • Trabajo en la mejora de la autoestima.
  • Entrenamiento en el control del impulso sexual.
  • Ejercicios de concentración para no caer en las distracciones asociadas con el sexo.
  • Trabajo en técnicas de relajación para no intentar tapar el agobio con la coche-estimulación sexual.
  • Entrenamiento en habilidades sociales.
  • Psicoeducación y capacitación en el ámbito de la sexología para buscar asimismo el exitación sexual en el trato físico con los demás.

Estos frentes de intervención terapéutica dependen de cada caso y son amoldados a las pretensiones del o la tolerante.

El inconveniente de esta adicción es que sus damnificados son bastante resistentes a recibir tratamiento. Entre las causas detrás de esto tenemos la vergüenza de reconocer tener este inconveniente o estigma popular o, directamente, no verlo como un fundamento para proceder a consulta puesto que como no tiene que ver con una drogodependencia ni tampoco hace daño a otra gente, el dependiente no lo considera un problema sino una afición o un tema privado.

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